Exilios
Español Campus Pastor
En esta serie, exploramos lo que dicen las Escrituras sobre ser exiliados y extranjeros en un mundo que no es nuestro hogar permanente. Incluso en medio del sufrimiento, la división y la confusión de nuestra nación terrenal, podemos encontrar nuestra paz, libertad, identidad y ciudadanía como pueblo elegido del Reino de Dios.
Study Questions
Aplicación
Cuando fijamos nuestra mirada en las cosas de este mundo, perdemos de vista nuestra misión de llevar el Evangelio al mundo. ¿Qué caracteriza más tu vida, el miedo y la frustración o la esperanza y la oportunidad? ¿Por qué?
¿Qué deseos mundanos «hacen la guerra a tu alma», tentándote a vivir como ciudadano de este mundo en vez de como del Reino de Dios?
¿Cómo vives tu vocación de sacerdote santo, de embajador de Dios entre la gente que necesita el Evangelio? ¿Hablas con la verdad de una manera convincente?
Puntos Claves
La Biblia nos proporciona las verdades fundamentales de nuestra fe que nos indican cómo vivir en cualquier cultura y en cualquier momento.
Nuestra identidad como pueblo de Dios lo supera todo, incluida nuestra lealtad al país en el que residimos.
Como los israelitas exiliados en Babilonia, el pueblo de Dios es un exiliado disperso por las naciones del mundo, que vive como sacerdote y embajador suyo.
La mezcla de cristianismo y poder mundano no traerá el futuro que esperamos. Debemos tener cuidado de no abdicar de nuestro papel de hacedores de discípulos, esperando que el gobierno cristianice la sociedad.
Como creyentes, el poder de Dios nos permite al mismo tiempo subvertir el mundo y someternos a la autoridad mundana.
No hay futuro en invertir nuestra energía emocional en este mundo, porque es pasajero. No es digno de nuestro afecto y lealtad, que son trascendentes y eternos.