Ezer Equipada | Recuperando el Asombro
¡Bienvenidas a la edición de Diciembre del 2021 de Ezer Equipada!
¡Ya estamos en diciembre! Me encanta el clima, bebidas calientes, luces, música, regalos, galletas y tradiciones familiares. Quiero saborear cada momento de este mes con agradecimiento. Pero lo que más quiero hacer es mantener mis ojos en Jesús, recordar y leer la maravillosa historia de la Navidad, cultivar una actitud de agradecimiento por lo que implica esta historia en mi vida. Aunque en este mes podemos estar ocupadas con muchas cosas, tenemos compromisos, listas por hacer, regalos por comprar y comidas por cocinar, la animo a invitar a Jesús en cada momento. La invito a crear espacio para estar en Su presencia, a parar y pensar en el asombro de la Navidad.
Hay momentos que me llenan de asombro, como un lindo atardecer, ver los colores cambiantes en las hojas por las temporadas, cuando voy al zoológico con mis hijos y vemos la maravillosa creación de Dios, cuando alguien tiene un bebé, cuando una amiga me comenta como Dios está trabajando en su vida, flores floreciendo, niños entendiendo el Evangelio, momentos donde Dios me nutre por medio de Su Palabra o a través de una conversación, siento asombro cuando voy a la playa y escucho, veo y siento el mar. Y siempre que estoy rodeada de naturaleza y de Su creación. Estos momentos de asombro son buenos para nosotras, para nuestras almas, para recordarnos lo pequeñas que somos y lo grande que es Dios. ¿Cuáles son algunos momentos de asombro para usted?
Nuestra familiaridad con la historia de la Navidad puede tener un efecto amortiguador en nuestras almas, haciendo que lo extraordinario se vuelva algo ordinario. Y temo que podemos pasar toda la temporada navideña sin experimentar un solo momento de asombro, en el que la historia de la Navidad nos sorprenda una vez más y nos deje sin aliento.
¡Para los que estaban presentes en el nacimiento de Cristo, esto fue algo extraordinariamente asombroso! A medida que se desarrolla la historia del nacimiento de Cristo, Zacarías, Elizabet, María, José, los pastores y los sabios, todos experimentan lo extraordinario: un momento en el que el cielo irrumpe en lo ordinario -personas ordinarias, que viven vidas ordinarias- presenciando la gloria, el poder y la presencia de Dios entre la humanidad. Y la experiencia los deja atónitos con asombro, maravilla y curiosidad.
Usted y yo somos personas ordinarias viviendo vidas ordinarias, pero también podemos presenciar la gloria, el poder y la presencia de Dios y maravillarnos con asombro. Espero que las distracciones de la temporada no nos quiten la oportunidad de asombrarnos esta Navidad. ¿Cuáles son las cosas que tienden a alejar su atención de Jesús durante esta temporada? ¿Cómo podría ajustar sus planes o expectativas para mantenerlo a Él realmente en el centro? Salmo 143:5 dice: "Medito en todas tus grandes obras y pienso en lo que has hecho."
Mi oración para usted y para mi es que Dios capture nuestra atención esta Navidad, que podamos saborear Su presencia y mantener el enfoque en Jesús por encima de cualquier evento, actividad o circunstancia. Oro para que no nos cansemos de asombrarnos por lo que Él hizo, por lo que Él está haciendo y por lo que Él hará.
¡Deseo que puedan experimentar un verdadero asombro esta Navidad!
Con mucho cariño,
Nathalie Richard
Lea
Mientras lee y reflexiona sobre cada uno de los pasajes que aparecen a continuación, tómese el tiempo necesario para fijarse en las circunstancias en las que se encuentra cada persona, en lo que ocurre y en cómo responden: humildad, reverencia, miedo, asombro, alegría, y movimiento. No se apresure a leer estos pasajes. Tómese su tiempo para imaginarse en el lugar de cada persona. Ore y pídale al Espíritu Santo que capte su imaginación, despierte sus emociones y la llene de asombro por el nacimiento de Cristo.
Lucas 1:5-23 | Zacarías
La maravilla de la Navidad comienza con un nacimiento milagroso, prometido a una pareja mayor en edad y estéril: un sacerdote llamado Zacarías y su esposa Elizabet. Gabriel, un ángel del Señor, les promete que darán a luz a un hijo -Juan el Bautista- que preparará el camino para la llegada del Mesías.
"Y mientras Zacarías estaba en el santuario, se le apareció un ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Cuando Zacarías lo vio, se alarmó y se llenó de temor."
Lucas 1:26-38 | María
Una vez más, el ángel Gabriel aparece para anunciar otro nacimiento milagroso. Una virgen, llamada María, dará a luz un hijo.
"Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, una aldea de Galilea, a una virgen llamada María. Ella estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. Gabriel se le apareció y dijo: «¡Saludos, mujer favorecida! ¡El Señor está contigo!».
Confusa y perturbada, María trató de pensar lo que el ángel quería decir. No tengas miedo, María—le dijo el ángel—, ¡porque has hallado el favor de Dios!"
Lucas 1:39-56 | Elizabet, Juan (en el vientre de su madre) y María
La presencia del Señor, aunque en forma de un indefenso bebé que todavía no ha nacido, evoca una respuesta tanto de Elizabet como del bebé.
"Al escuchar el saludo de María, el bebé de Elisabet saltó en su vientre y Elisabet se llenó del Espíritu Santo."
Mateo 1:18-25 | José
Una prometida, soltera y embarazada puso a José en una posición dificil como hombre judío honorable. Y es ahí donde el ángel del Señor salió a su encuentro.
"Cuando José despertó, hizo como el ángel del Señor le había ordenado y recibió a María por esposa."
Lucas 2:8-20 | Los Pastores
Los pastores estaban ocupándose de sus asuntos, atendiendo sus rebaños, cuando apareció una inmensa hueste de ángeles y ejércitos del cielo y la gloria del Señor los rodeó anunciando el nacimiento del tan esperado Mesías.
"Los pastores regresaron a sus rebaños, glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído. Todo sucedió tal como el ángel les había dicho."
Lucas 2:25-40 | Simeón y Ana
Simeón, un sacerdote y Ana, una profetisa viuda, habían servido en el templo durante muchos años mientras esperaban ansiosamente al prometido que rescataría a Israel.
"Llegó justo en el momento que Simeón hablaba con María y José, y comenzó a alabar a Dios. Habló del niño a todos los que esperaban que Dios rescatara a Jerusalén."
Mateo 2:1-12 | Los Sabios
Al oír hablar del nacimiento del rey de los judíos recién nacido, los sabios se pusieron en camino para encontrarlo y adorarlo.
"Cuando vieron la estrella, ¡se llenaron de alegría! Entraron en la casa y vieron al niño con su madre, María, y se inclinaron y lo adoraron."
Escuche
Tome un tiempo este mes para escuchar la historia de la Navidad en este podcast de Aviva Nuestros Corazones:
Conéctese
- ¿Puede pensar en un momento en el que se haya quedado boquiabierta, maravillada o asombrada? No se "obligó" a responder de esta manera; simplemente ocurrió. Fue una respuesta natural e instintiva. ¿Qué sintió? ¿Qué la inspiró en ese momento? ¿De qué manera ese momento le ayudó a ver a Dios?
- En los pasajes de las Escrituras anteriores, Dios se muestra en momentos ordinarios, con personas ordinarias. Aparte de los momentos que nos dejan asombradas, ¿ha habido algún momento ordinario que la haya llenado de asombro?
- Cuando Dios nos sorprende, no siempre respondemos con asombro. A veces la interrupción es inquietante y respondemos con miedo, o nos sentimos abrumadas por la alegría. Cuando Dios se nos da a conocer, ya sea a través de circunstancias inesperadas, de una conversación significativa o de una hermosa puesta de sol, produce en nosotras algún tipo de respuesta. Al pensar en las siguientes categorías, considere estas preguntas:
- Temor: ¿Lo veo correctamente, con temor santo, con reverencia? ¿O mi visión de Dios es demasiado superficial y casual para tener algún tipo de reverencia hacia Él?
- Asombro: ¿Me asombro y siento curiosidad por quién es y por todo lo que ha hecho? ¿Busco y me sorprende la forma en que despliega Su poder y Su gloria? ¿O estoy demasiado ocupada para darme cuenta?
- Alegría: ¿Siento alegría por Su obra y Su favor hacia mí? ¿Aprecio la forma en que ha intervenido en mi favor y ha demostrado Su gracia hacia mí? ¿O doy por sentado Su gracia, Su misericordia y Su presencia activa?
- Humildad: ¿Reconozco que Dios es el creador y yo soy su criatura y que no soy el centro de esta historia? ¿O espero que Dios me satisfaga en mis propios términos?
- Movimiento: ¿Cómo respondo? ¿Mis acciones están marcadas por la adoración, la obediencia y por seguir a Dios? ¿O respondo con incredulidad, indiferencia o apatía? ¿De qué manera estoy motivada para actuar en base a lo que he visto y oído?
Muévase
En esta sección, hemos incluido algunas ideas para ayudarle a participar en esta temporada navideña con un poco de asombro y curiosidad.
- Registre y Solicite Asombro
Vivimos en la misteriosa tensión de algo llamado el ahora pero todavía no. En nuestro mundo hay mucha ruptura y sufrimiento y muchos que necesitan esperanza y sanación. De hecho, toda la creación gime mientras espera ser liberada de la muerte y la descomposición (Romanos 8:18-30). Pero la maravilla de Cristo ha traspasado las tinieblas y ha comenzado a restaurar todas las cosas. ¡Esto significa que hay formas en las que podemos ver momentos de redención y restauración ahora! Así que este mes, queremos abrazar ambos del Evangelio (el ahora pero todavía no). Hemos creado un Calendario de Adviento para ayudarle.
Para cada día de diciembre (excepto el sábado), pedimos que ore por aquellos que experimentan el "todavía no" - una persona que está sufriendo, un sistema que está roto, o una persona que está en primera línea cuidando de los necesitados. Ore para que la maravilla de la obra de Dios a través de Cristo les fortalezca y anime en medio de su sufrimiento. Cada una de estas categorías está representada por un icono específico.
El icono del corazón roto representa a una persona que está sufriendo en un área específica. Piense en alguien que conoce que está llevando esa carga. Dedique tiempo para orar por ellos y considere la posibilidad de acercarse a ellos para animarlos y hacerles saber que no están solos. Si no conoce a nadie que esté luchando en esa área en este momento, ore en general por todos los que están en esa categoría.
El icono del mundo quebrantado representa sistemas que están rotos y necesitan una solución. Puede que haya poco que podamos hacer para arreglar estos sistemas, pero podemos orar por los que trabajan en ellos. Ore por líderes sabios, por fondos adicionales, por la justicia, por más trabajadores, e incluso por el discernimiento sobre el papel que Dios quiere que usted desempeñe para ser una pequeña parte de la solución.
El icono de personas que cuidan a otras representa a los líderes servidores que están en primera línea, atendiendo a los que están siendo profundamente impactados por el quebranto de este mundo. Esto incluiría a los que trabajan en primeros auxilios, a los profesionales de medicina, a los profesores, a los consejeros, a los pastores, a los trabajadores del DSS y a los padres de niños en acogida (foster care), adoptados o con necesidades especiales. En estos días considere a quién puede conocer que está llevando ese peso específico. ¿Cómo puede orar por ellos? ¿Qué podría hacer para animarles y agradecerles el trabajo que hacen?
Pero a lo largo de la semana, también queremos que esté atenta a cómo Dios se está moviendo y actuando en el mundo y en su propia vida. Los sábados, queremos que registre un momento de asombro que haya experimentado, ya sea un acto de redención y restauración en su vida o en la de otra persona, o alguna forma en que Él le haya revelado Su gloria, majestad y poder a través de Su creación.
Imprima este calendario y póngalo en algún lugar donde le recuerde cómo enfocar sus oraciones para ese día y buscar esos momentos de asombro.
- Reflexione sobre el Asombro
Los evangelios relatan la vida de Jesús de principio a fin. Cada autor tiene un propósito diferente, que informa su manera de contar esta historia. Los dos evangelios que narran el nacimiento de Cristo son Mateo y Lucas. Elija uno de estos evangelios y léalo o escúchelo este mes para prepararse para la Navidad. A veces nos perdemos el asombro y la maravilla del relato navideño porque no lo miramos a través del arco de la historia redentora y de lo que está por venir.
- Recupere el Asombro
Es fácil que el ajetreo y las distracciones de la temporada navideña apaguen o incluso silencien nuestra respuesta al verdadero significado de la Navidad. En cierto modo, nos hemos insensibilizado tanto que, en un esfuerzo por sentir algo, podemos caer en la tentación de priorizar el sentimentalismo sobre la sustancia. Puede que sea necesario un esfuerzo para simplificar nuestras celebraciones con el fin de crear un espacio para el asombro.
El asombro tiene una naturaleza disruptiva: la interrumpe y la hace reconocer el poder, la gloria y la magnitud de Dios. Le recuerda la belleza, la verdad y la bondad. la inquieta, recordándole que usted no es el centro del universo.
Implemente una o dos cosas que puede hacer este mes que le ayuden a sentirse pequeña y le recuerden el poder, la gloria y la bondad de Dios en esta temporada y siempre. Séa creativa. Aquí hay algunas ideas para empezar a pensar:
- Ir de paseo a las montañas.
- Ir a Pretty Place para ver el amanecer o la puesta de sol.
- Ir a visitar a un recién nacido o a un niño.
- Pasar tiempo con un nuevo creyente o un amigo que esté experimentando un cambio de vida.
- Vaya a un lugar donde pueda contemplar el cielo nocturno sin contaminación lumínica.
- Visite el zoológico para ver la maravillosa creación de Dios.
- Vaya al Roper Mountain Science Center y disfrute de las exposiciones de la naturaleza.
Hable con alguien acerca de cómo ha visto la provisión de Dios durante estos meses y/o cómo ha visto a Dios contestar sus oraciones durante estos meses.
Recursos Adicionales
Aquí hay tres Devocionales de Adviento con lecturas diarias que puede leer durante el mes de Diciembre. Le ayudarán a enfocar su atención en Jesús, a profundizar, crecer y llenarse de asombro durante esta temporada (¡si está buscando dar un regalo especial, los devocionales de adviento son una buena idea!):
El gozo verdadero de la Navidad por John Piper
Nacido como Niño sin embargo Rey por Nancy DeMoss Wolgemuth
Considera a Jesús por Nancy DeMoss Wolgemuth