Ezer Equipada: El Fundamento de Nuestra Fe
Antes de ser creyente, creía tener fe. Tenía fe en alguna fuerza poderosa, en un dios místico o creía tener fe en Dios, sin embargo no conocía a Dios, a Jesús. Recuerdo que para varias ocasiones yo pensaba, "solamente tengo que tener fe y todo saldrá bien." Pero fe en ¿qué? O en ¿quién? ¿Qué significa tener fe?
Hebreos 11:1 dice: "La fe demuestra la realidad de lo que esperamos; es la evidencia de las cosas que no podemos ver." El mes pasado hablamos de nuestra fe imperfecta y creamos un recurso para profundizar al estudiar la fe de diferentes hombres y mujeres mencionados en Hebreos 11. Mientras leía la descripción de los personajes noté algo que todos ellos tienen en común: su fe. Todos estos hombres y mujeres por la fe, agradaron a Dios. Sin fe, no se puede agradar a Dios. Más de veinte veces en este capítulo, leemos: "Por la fe... por la fe... por la fe... por la fe hicieron esto... por la fe fueron aquí... por la fe hicieron lo imposible, por la fe superaron la adversidad". Lo cierto de todos estos hombres y mujeres de fe, es que eran ordinarios, débiles y frágiles como nosotros (como leemos en los otros versículos de este mismo recurso). Lo que los hizo capaces de hacer estas grandes y extraordinarias hazañas fue la fe en un gran Dios. Aunque vivir una vida de fe no fue fácil, le creyeron a Dios y vivieron sus vidas creyendo que la Palabra de Dios es realmente verdadera.
"Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere." (Romanos 3:22). Creemos que nuestra fe se basa en una persona, que nuestra fe tiene sus raíces en un acontecimiento histórico, que nuestra fe es un regalo de Dios, que nuestra fe nos hace justos delante de Dios y que nuestra fe es sostenida de principio a fin por Jesús.
Cuando Jesús me abrió los ojos para mostrarme esta verdad, para mostrarme mi pecado y mi necesidad de Él, le entregué mi vida, mi corazón y mi voluntad. Al principio creía que la salvación dependía de mí, de mis buenas obras, de mis esfuerzos y de mi poder para vivir la vida cristiana. Al pecar o cometer un error me culpaba tanto y lamentaba que mi fe fuera tan débil e inconsistente. Vivía en una montaña rusa de emociones, cuando yo 'hacía las cosas bien', todo estaba bien, cuando yo 'hacía las cosas mal' andaba triste y desanimada. Lo que no había entendido es que la salvación no se basa en mi esfuerzo, se basa en lo que Jesús hizo en la cruz, en su sacrificio por nosotros al tomar nuestro lugar y que por amor dio su vida perfecta por la mía (que ciertamente es imperfecta). No hay nada que podamos hacer para merecer la salvación de Dios. No hay nada que podamos hacer para ser justos nosotros mismos. Es todo, todo, todo a través de Jesucristo. Entonces, somos justificados por la fe al creer en esto, pero en mi caso yo trataba de hacerlo en mis propias fuerzas. Mi fe estaba puesta en mí, no en Él, en mis obras, no en las de Él, en mi pecado y no en su perdón.
Al poner nuestra fe en Jesús y en lo que hizo por nosotros, empezamos a crecer en nuestra fe, a liderarnos en nuestro crecimiento espiritual, a estudiar y obedecer la Palabra de Dios, a congregarnos y vivir en una comunidad auténtica, y a orar para que aumente nuestra fe, de hecho al vivir de esta manera demuestra que nuestra fe es verdadera. El próximo mes seguiremos hablando de esto, pero este mes profundicemos en el fundamento de nuestra fe, Jesucristo.
Con mucho cariño,
Nathalie Richard
Lea:
Los pasajes que aparecen a continuación ofrecen una imagen sólida del fundamento de nuestra fe. Al leer cada pasaje, tome nota de las siguientes preguntas. Puede ser útil escribir las respuestas u observaciones en los márgenes de su Biblia o en un diario.
- ¿Qué dice este pasaje sobre la provisión de Dios para nosotros en Cristo: quién es y qué ofrece?
- ¿Qué dice el pasaje sobre los resultados de la obra de Jesús?
- ¿Qué se requiere de usted según el pasaje?
- ¿De qué manera estas verdades alientan o desafían su fe?
Juan 6:22-69 | Nuestra fe se basa en una persona.
Jesús tenía claro quién era, qué había sido enviado a hacer y qué tenía que ofrecer a todos los que creyeran en Él.
"Porque esta es la voluntad de Mi Padre: que todo aquel que ve al Hijo y cree en Él, tenga vida eterna, y Yo mismo lo resucitaré en el día final."
1 Corintios 15:1-20 | Nuestra fe tiene sus raíces en un acontecimiento histórico.
Nuestra fe no se basa en un mito o una leyenda, sino en el hecho de que una persona real vivió en un tiempo y lugar determinados, y los acontecimientos que rodean su vida son los elementos más importantes de nuestra fe cristiana.
"Y si Cristo no ha resucitado, entonces toda nuestra predicación es inútil, y la fe de ustedes también es inútil."
Efesios 2:1-10 | Nuestra fe es un regalo de Dios.
Un regalo no puede ser ganado o no es un regalo. Un regalo sólo puede ser dado. Como creyentes, debemos tomar una decisión sobre si recibiremos el regalo con acción de gracias o lo rechazaremos por orgullo o por el deseo de ganarlo por nuestro propio mérito.
"La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo."
Romanos 4 y Romanos 9:30-33 | Nuestra fe nos hace justos delante de Dios.
Su obra en nuestro favor cambia nuestro estatus ante Él. No sólo somos lavados, sino que somos declarados justos sin trabajar por esto.
"Cuando la gente trabaja, el salario que recibe no es un regalo sino algo que se ha ganado; pero la gente no es considerada justa por sus acciones sino por su fe en Dios, quien perdona a los pecadores."
Hebreos 12:1-4 y Filipenses 1:6 | Nuestra fe es sostenida por Jesús.
Jesús es tanto el que inicia nuestra fe como el finalizador de la misma. Esto significa que desde el principio hasta el final, la fe nace de Dios, es sostenida por Dios, y es llevada a su plena realización por Dios.
"Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe."
Escuche:
El Evangelio de Juan es uno de los primeros relatos de la vida de Jesús y según su autor, fue escrito para que "lleguen a creer que Jesús es el Mesías y para que, creyendo, tengan vida en su nombre". El Proyecto de la Biblia (Bible Project en Español) califica el evangelio de Juan como "una declaración radical de la identidad de Jesús como el Mesías largamente esperado y el Hijo de Dios". En estos dos vídeos aprendemos quién es Jesús y qué ha venido a hacer.
Proyecto de la Biblia | Resumen de Juan 1-12
Proyecto de la Biblia | Resumen de Juan 13-21
"Juan ha colocado estratégicamente siete momentos en su historia en los que Jesús dice: 'Yo soy', seguido de algunas afirmaciones asombrosas: 'Yo soy... el Pan de Vida... la Luz del Mundo... la Puerta para las Ovejas... el Buen Pastor... la Resurrección... el Camino, la Verdad y la Vida... la Vid Verdadera'".
Conéctese:
- En medio de muchas pruebas, Pablo le escribió a Timoteo y le dijo: "Yo sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que él es capaz de guardar lo que le he confiado hasta el día de su regreso." (2 Timoteo 1:12). Pablo fue capaz de resistir porque sabía en quién creía. Pablo tenía muy claro quién es Jesús, lo que había venido a hacer y lo conocía íntimamente como su Salvador. ¿Qué tan bien sabe usted en quién ha creído? ¿Cómo podría ser para usted conocer íntimamente a Jesús?
- ¿Se inclina más por el auto desprecio (maximizar su pecado) o por la auto justificación (minimizar su pecado)? Aunque cualquiera de los dos extremos puede enmascararse como espiritualidad, ambos producen una forma de autosuficiencia que nos mantiene desconectados de nuestra fe. ¿Cómo le ha impedido alguno de estos extremos confiar en lo que Cristo ha hecho como fundamento de su fe? ¿Su seguridad espiritual está en Cristo o en otra cosa?
- Imagine su fe y su relación con Dios como una casa. ¿Qué imagen se viene a la mente? ¿Cómo describiría el exterior y el interior? ¿Sobre qué está construida la casa? ¿Cómo son los cimientos? ¿Se están desmoronando? ¿Necesita ser reparada? ¿Qué más observa? ¿Qué cambios hay que hacer?
Muévase:
- Escuche o lea el evangelio de Juan este mes como preparación para la Pascua. Juan escribe este libro como testigo presencial de la vida de Cristo. Según sus propias palabras, este libro está escrito para reforzar nuestra fe y darnos confianza en el objeto de nuestra fe: Jesucristo. Mientras lee, haga una lista de quién dice ser Jesús y de lo que dice que ha venido a hacer. Consulte la lista cada vez que necesite un recordatorio y cuando su fe necesita ser reforzada.
- Hemos creado una guía para ayudarle a reflexionar sobre las implicaciones de lo que Cristo ha hecho por usted. Esta guía puede ser trabajada una sección a la vez durante este mes o puede reservar un tiempo intencional durante la Semana Santa en preparación para la Pascua.