Ezer Equipada: El Fruto del Amor
Pablo en Gálatas 5:22-23 nos dice: "En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!”. El fruto del Espíritu es el resultado de la presencia del Espíritu Santo en la vida de un cristiano. Este pasaje nos da la clave para entender estas cualidades, el fruto es el resultado natural de nuestro crecimiento y el Espíritu Santo es quién causa ese crecimiento. No es nuestro esfuerzo o empeño, sino el poder del Espíritu Santo. Ningún esfuerzo humano o determinación puede producir fruto espiritual, pero el Espíritu Santo puede obrar en un corazón rendido. El fruto no se obtiene trabajando, sino que nace permaneciendo.
Hace unos años, mi familia y yo sembramos arándanos en nuestro jardín, ¡esta es una de nuestras frutas favoritas! Hemos visto las plantas crecer y con el tiempo producir arándanos, frutos dulces y deliciosos. Los arándanos sólo pueden producirse al estar unidos a la planta para recibir todo lo que necesitan para poder florecer. De la misma manera, nosotras vamos a producir fruto en la medida que permanecemos, crecemos, obedezcamos y dejemos que Dios obre en nuestras vidas. El fruto del amor puede ser el mejor ejemplo, no podemos producir el tipo de amor que Dios desea sin la obra del Espíritu Santo.
El amor es el mayor regalo que Dios puede dar. Es por amor que Dios llevó a cabo su plan para salvar al mundo: "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Juan 3:16). Primera de Corintios 13 dice que el amor es paciente, es bondadoso y que nunca falla. Dios desea mostrar su amor perfecto y desinteresado a un mundo que está confundido acerca de lo que es el verdadero amor. Los hijos de Dios son los conductos de su amor, ya que son fortalecidos por el Espíritu Santo para mostrar al mundo su amor. Sólo por amor podemos cumplir los mandamientos más importantes: "Ama al Señor tu Dios" y "ama a tu prójimo como a ti mismo" (Marcos 12:30-31).
No sé por qué Pablo empezó con el fruto del amor en este conocido versículo, ¿seguro porque el amor abarca todos los siguientes? ¿O tal vez porque es el más difícil (por lo menos para mi!)? Pero, si queremos amar con el amor de Cristo, en primer lugar tenemos que entender que no podemos hacerlo por nuestro propio esfuerzo. El amor de Cristo es el fruto del Espíritu; y solamente a través de Él es que podemos amar como Dios quiere que amemos. No será nuestro amor; será el amor de Dios fluyendo a través de nosotras; su amor perfecto, infalible e interminable.
Con Cariño,
Nathalie Richard
Leer:
Toma un tiempo para leer, meditar y pensar en las siguientes escrituras:
“Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa.”
“Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.”
“El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos.”
Reflexionar:
Te animamos a usar estas preguntas para reflexionar, escribir una oración a Dios y conversar con una amiga, tu familia o alguien cercano.
- Piensa y medita por un momento en el amor de Dios. Cuan grande, ancho, profundo y eterno es su amor por nosotros. Tan grande que “dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”
- ¿Cómo estás creciendo en tu fe? ¿Tienes un corazón rendido a su Espíritu? ¿Lees y estudias la Biblia regularmente? ¿Cómo es tu vida de oración? ¿Te congregas y formas parte de una comunidad de creyentes?
- ¿Las personas cercanas a ti pueden ver el fruto del amor en tu vida? ¿Qué pasos puedes dar para dejar que el amor de Dios fluya en tu corazón y de esta manera amar a las personas a tu alrededor?