Ezer Equipada | De Vergüenza a Honor
Este es el último boletín de nuestra serie sobre la vergüenza. Si no ha leído los dos primeros boletines, Entendiendo la Vergüenza y Combatiendo la Vergüenza, le recomendamos que los lea antes de leer este. Hemos destacado algunos conceptos y recursos clave de nuestro estudio Vergüenza: Encuentra Libertad. El mes pasado analizamos el papel que tienen el decir la verdad, ser vulnerable y recibir empatía y compasión para combatir la vergüenza. Este mes queremos dedicar tiempo para reflexionar sobre cómo Jesús restaura nuestro honor.
Los dos últimos meses incluimos un recuento de las historias de Ana y de la Mujer con Hemorragia. Este mes nos vamos a centrar en la historia de vergüenza de la Mujer Samaritana. Cada historia nos ayuda a ver las formas en que personas en la Biblia experimentaron la vergüenza y cómo Jesús respondió a ellos. Hemos incluido 9 historias en nuestro estudio de vergüenza. Creemos que son importantes porque nos ayudan a ver cómo Jesús restaura el honor de los que están cubiertos de vergüenza, y si podemos obtener una pequeña muestra de esto a través de sus vidas, entonces tal vez dudaremos menos de venir a Él con nuestro pecado y sufrimiento.
Somos portadores de la imagen de Dios. Creados a imagen y semejanza de Dios con gran dignidad y honor, a los que se les ha confiado un gran propósito, y diseñados para disfrutar de relaciones sin obstáculos con Dios y con los demás. Cuando Adán y Eva pecaron, todo eso se fracturó. Fueron dolorosamente conscientes de su desnudez, de la existencia del mal y de su vulnerabilidad ante Dios y los demás. En lugar de correr hacia Dios en ese momento y buscar libertad y sanación en Él, huyeron de Él, escondiéndose entre los árboles, cubriendo su desnudez con hojas de higuera y culpándose el uno al otro. La vergüenza llevó a Adán y Eva a alejarse de Dios.
Pero Dios, en su misericordia y bondad, se acercó a ellos. Los llamó a salir de su escondite y cubrió su desnudez con piel de animal. Esto debe haber sido un alivio porque eso es mucho más sustancial que una hoja de higuera. No han cambiado muchas cosas para nosotros. Desde la caída hemos tratado de manejar nuestra culpa y vergüenza de la misma manera. Hacemos débiles intentos de cubrir nuestras debilidades, nos escondemos y nos alejamos de Dios y de los demás, y a menudo recurrimos a culpar a otros de nuestro pecado y vergüenza. Intentamos crear una forma de quitarnos la vergüenza de encima.
Esto es agotador y, en última instancia, infructuoso. Pero la buena noticia es que Cristo asumió la culpa para que nuestros pecados pudieran ser cubiertos con su justicia. Como hijas suyas, estamos escondidas en Cristo y nos presentamos ante Dios irreprochables, sin acusación, culpa, mancha o defecto. Él nos ha vestido con sus ropas de justicia y su manto de salvación. Él es Emmanuel, el Dios que está con nosotros en nuestro sufrimiento, ofreciéndonos su consuelo y cuidado. Mientras asimilamos todo esto, debemos recordar que no hemos hecho nada para merecer lo que Cristo nos ofrece. El honor se da, no se gana. Nuestra forma de salir de la vergüenza es recibir el honor que Cristo nos ofrece.
Desde el libro de Génesis vemos indicios de la gracia de Dios hacia nosotros, en los evangelios vemos cómo Jesús es nuestra última provisión, y en el libro del Apocalipsis vemos su gloria en plena exhibición cuando restaura todas las cosas a sí mismo. En este último libro de la Biblia tenemos una imagen del Padre haciendo la última fiesta, dando la bienvenida a la novia. Cuando nos reunamos en torno a esta mesa de celebración que ha preparado, estaremos cubiertos de su justicia, sin que nuestro pecado y nuestra vergüenza nos fracturen. Como portadores de su imagen, nuestra dignidad, propósito y relación con el Dios que nos hizo, serán completamente restaurados.
Hasta entonces nos sentamos en este lado del cielo donde todavía luchamos con el pecado y la vergüenza. Esperando ansiosamente el día en que la maldición sea desmantelada y todas las cosas sean hechas nuevas. Pero esperamos con una esperanza confiada en un Dios que camina con nosotros hasta el final y nos lleva a su casa, para alabanza de su gloria y su gracia.
Con cariño,
Ruthie Delk y Nathalie Richard
Lea:
Este mes vamos a leer tres pasajes, incluyendo la historia de la mujer samaritana. Estos pasajes nos ayudan a ver cómo Jesús quita nuestra vergüenza y la reemplaza con honor. Mientras lee estas escrituras pregúntese:
- ¿Qué frases o palabras describen la vergüenza (refiérase al documento La Vergüenza en las Escrituras)?
- Qué frases o palabras describen el honor (refiérase al documento Honor en las Escrituras)
- ¿Dónde o cómo ve a Dios reemplazando la vergüenza con el honor?
- ¿Qué esperanza o estímulo le da esto?
El profeta describe la restauración que le espera al pueblo de Dios. Al comienzo de su ministerio, Jesús leyó los primeros cuatro versículos de este pasaje en la sinagoga (Lucas 4:17-20).
Disfrutarán de una doble honra en lugar de vergüenza y deshonra. Poseerán una doble porción de prosperidad en su tierra, y una alegría eterna será suya.
En este pasaje leemos el encuentro de Jesús con la Mujer Samaritana. Recuerde que este grupo de personas era despreciado por los judíos y considerado impuro debido a su herencia étnica y religiosa. Se les excluía de la fe y se les consideraba forasteros.
Jesús contestó: —Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva.
Apocalipsis 21:1-7; 22-27 y 22:1-6
Estos capítulos finales del Apocalipsis nos ayudan a reorientar nuestra mente y nuestro corazón en torno a la realidad espiritual que nos espera como creyentes.
También dijo: «¡Todo ha terminado! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. A todo el que tenga sed, yo le daré a beber gratuitamente de los manantiales del agua de la vida. Los que salgan vencedores heredarán todas esas bendiciones, y yo seré su Dios, y ellos serán mis hijos.
La Historia de la Mujer Samaritana. Se han tomado algunas libertades en esta narración, pero esperamos que cautive su imaginación al leer cómo Dios le responde en su lucha contra la vergüenza.
Escuche:
Vea la historia de la Mujer Samaritana contada en forma de palabra hablada.
Escrito por Haley Barinowski e interpretada por Ruth Santiago
https://resources.gracechurchsc.org/es/teaching/ezer/shame/i-am-spoken-word-piece/
Conéctese:
Le animamos a que utilice estas preguntas como medio de auto reflexión y para la conversación dentro de su comunidad.
- ¿Cuáles son algunas de las estrategias que ha utilizado para intentar quitarse la vergüenza de encima?
- El honor no se puede ganar; hay que recibirlo. ¿De qué manera ha tratado de ganarse el honor y el favor de Dios?
- Dios restaura nuestro honor perdonándonos, vistiéndonos con su justicia y adoptándonos en su familia, donde recibimos su consuelo, amor y gracia. Recibimos honor simplemente porque Él no se avergüenza de identificarse con nosotros en nuestro quebranto. ¿Qué le impide acudir a Él y recibir el honor que le ofrece?
Muévase:
Las Escrituras nos advierten que no debemos ser sólo oidores de la Palabra, sino también hacedores de ella. Toda la vida es arrepentimiento. ¿Cuál es el siguiente paso creíble que Dios le llama a dar en respuesta a todo lo que ha aprendido?
1.Esta cita de Ed Welch, de Shame Interrupted, es una buena descripción de lo que Dios ha hecho por nosotros. ¿Cómo viviría de manera diferente si realmente creyera que esto es cierto?
"Estás perdonado y eres santo ante Dios porque Jesús tomó el castigo de tus pecados sobre sí mismo (lo tocaste) y te dio su santidad (te tocó). Si vives como si ese perdón necesitara un pequeño impulso de tu propio dolor o de tus buenas obras, entonces no entiendes lo que Él hizo".
2. Hemos creado este recurso de El honor en las Escrituras para equiparla a leer la Biblia con un ojo para mirar la forma en que se retrata el honor. Mientras lee las Escrituras, preste atención a las palabras y frases que se asocian con el honor. ¿Cómo podría la comprensión del honor cambiar la forma en que experimenta a Dios y lo adora?
3. El estudio de Vergüenza: Encuentra Libertad se ofrecerá periódicamente en Grace Church en Español. Inscríbase en este estudio cuando se ofrezca para que pueda trabajar a través de este material en comunidad con otros. Si no puede participar en el estudio, la animamos a hacerlo con un grupo de amigas. Puede pedir los materiales para este estudio y ver la enseñanza en línea. Por favor, póngase en contacto con [email protected] para más información.
Recursos Adicionales:
Manso y humilde: El corazón de Cristo para los pecadores y heridos. por Dane Ortlund
Podemos sentir fácilmente que Jesús está perpetuamente decepcionado de nosotros. Sabemos lo que Cristo ha hecho por nosotros, pero ¿quién es Él? ¿Qué siente por nosotros en medio de todos nuestros pecados y fracasos? Jesús se describe a sí mismo como "manso y humilde de corazón", y anhela que su pueblo encuentre descanso en Él. Este libro nos ofrece una imagen de su corazón por los pecadores y nos anima en nuestro camino.