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Ezer Equipada: Creciendo en la Fe a través de la Oración y Adoración

Ezer Equipada: Creciendo en la Fe a través de la Oración y Adoración

Ezer Equipada: Creciendo en la Fe a través de la Oración y Adoración

Acabo de inscribirme para tomar clases de Jiu Jitsu. Si me conoce, se estaría riendo ahora mismo (está bien, ¡mis hijos también se rieron cuando les dije que quería aprender a pelear!). Sé que no soy muy fuerte ni coordinada y que no hay nada en mí que quiera hacerle daño a nadie, pero estoy aprendiendo en cada clase a crecer en confianza y seguridad en mí misma. A medida que practico cada nueva técnica, voy dando pequeños pasos para aprender este arte marcial. Tengo que entrenar, practicar semanalmente y estar dispuesta a aprender de los demás si quiero crecer y mejorar.

Nuestra fe es parecida: empezamos dando pequeños pasos para seguir creciendo y madurando en la vida cristiana. Hemos estado hablando sobre la fe durante los últimos tres meses y el mes pasado, nos centramos en cómo podemos crecer en nuestra fe a través de la lectura y el estudio de la Palabra de Dios. Este mes, queremos ver el papel que tienen la oración y la adoración para ayudar a que nuestra fe crezca. En nuestro boletín anterior leímos que las Escrituras nos dicen "crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo." (2 Pedro 3:18). Como creyentes, necesitamos crecer en la fe, y hay disciplinas espirituales que nos ayudan a hacerlo, como la oración y la adoración.

La oración es la forma en que nos comunicamos con Dios. La oración es derramar nuestros corazones a Dios en alabanza, petición, confesión de pecado y acción de gracias. Oramos para alabar a Dios y darle las gracias, oramos para pedirle perdón, oramos para poder perdonar a los demás, oramos para contarle lo que hay en nuestro corazón, en nuestra mente, lo que nos preocupa, oramos por los demás, oramos para disfrutar de su presencia. Oramos para contarle algo maravilloso que acaba de ocurrir, o algo que nos duele. Mientras escribo este boletín, oro para que Dios me guíe y dirija (créanme, sin Él, no podría hacer esto). ¡Oramos por todo! Sí, Dios quiere y nos invita a contarle TODO.

La oración nos pone en un lugar de humilde dependencia en Dios y nos alinea con la realidad de que Dios es el Creador y nosotros no. La oración es una hermosa forma relacional en la que podemos expresar nuestra dependencia en Dios y nuestra necesidad de Él. Paul Miller en su libro Una Vida de Oración, dice: "Si pensamos que podemos vivir la vida por nosotros mismos, no tomaremos la oración en serio. Nuestra falta de oración siempre se sentirá como una falta de disciplina o como demasiadas obligaciones. Pero cuando algo es importante para nosotros, lo hacemos una prioridad."

De la misma manera, la adoración se convierte entonces en una forma de responder y afirmar quién es Dios y lo que ha hecho por nosotros. Tanto la oración como la adoración nos ponen en una postura de humildad. El valor de la adoración corporativa es que reorienta nuestros corazones y mentes hacia Dios al recordarnos las verdades que a menudo olvidamos. Pero tenemos que luchar contra la batalla de pensar en la adoración sólo como las canciones que cantamos los domingos. Minimizarlo de esta manera impide que se extienda a otras áreas de nuestra vida.

En Romanos 12:1, el punto de vista de Pablo sobre la adoración es mucho más amplio e inclusivo que simplemente cantar canciones: "Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo."

La adoración, por lo tanto, no es una acción que se limite a las canciones que cantamos en un servicio, sino una postura de sacrificio hacia Dios en la forma en que vivimos nuestra vida cotidiana. Cocinar una comida para otros, dar dinero con un corazón alegre, estudiar para un examen, llegar a casa después de un largo día de trabajo y conservar la energía para compartir tiempo de calidad con la familia, ayudar a nuestros vecinos con proyectos, servir en la clase de niños de la iglesia y sostener a un bebé que llora: todas son acciones que pueden ofrecerse en adoración a Dios. Cuando hacemos lo que hacemos para Jesús, lo adoramos, y es un estilo de vida que debería definirnos mientras lo seguimos.

Al igual que estoy creciendo y dando los pasos necesarios para aprender Jiu Jitsu, esperamos que el boletín de este mes le ayude a dar pasos para perseguir intencionalmente la oración y la adoración de una manera que alimente su fe.

Con carino,

Nathalie Richard

Lea:

Tómese un tiempo este mes para profundizar y estudiar estas Escrituras. Léalas despacio y hágase algunas de las siguientes preguntas. 1. ¿Qué dice este pasaje sobre Dios? 2. ¿Qué dice este pasaje sobre mí mismo y la experiencia humana? 3. ¿Cómo me lleva este pasaje a orar y adorar?

Mateo 6

Mateo narra el Sermón del Monte. En los versículos 5-15, Jesús nos enseña a orar y nos da un ejemplo, un modelo sencillo de oración, conocido como el Padre Nuestro.

"Padre nuestro que estás en el cielo, que sea siempre santo tu nombre. Que tu reino venga pronto. Que se cumpla tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo. Danos hoy el alimento que necesitamos, y perdónanos nuestros pecados, así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros. No permitas que cedamos ante la tentación, sino rescátanos del maligno."

Salmo 95

Este salmo contiene tres palabras diferentes en hebreo para la palabra "vengan". Es una invitación al pueblo de Dios para que responda a su obra salvadora y a su soberanía suprema. Al responder a las preguntas anteriores, busque las formas en que este pasaje nos muestra cuánto necesitamos a Dios, ¡incluso cuando nuestros corazones están endurecidos!

"Vengan, adoremos e inclinémonos. Arrodillémonos delante del Señor, nuestro creador, porque él es nuestro Dios. Somos el pueblo que él vigila, el rebaño a su cuidado."

Salmo 77

El lamento es una de las formas más íntimas de oración, ya que exponemos nuestras necesidades más profundas y clamamos a Dios para que nos ayude. Al responder a las preguntas anteriores, busque las formas en que el salmista describe su dolor y su anhelo, así como la forma en que describe a Dios. La oración nos da la oportunidad de ser sinceros con Dios mientras luchamos. Confesar nuestro profundo anhelo y nuestra necesidad de Él nos pone en situación de recibir humildemente su consuelo y su cuidado, y nos recuerda su fidelidad hacia nosotros.

"Clamo a Dios: sí, a gritos. ¡Oh, si Dios me escuchara! Cuando estaba en graves dificultades, busqué al Señor. Toda la noche oré con las manos levantadas hacia el cielo, pero mi alma no encontró consuelo. Pienso en Dios y gimo, abrumado de tanto anhelar su ayuda."

Santiago 5:13-18

El autor concluye esta carta escrita a los creyentes que se encuentran dispersos y les anima a compartir sus alegrías y dificultades entre ellos. También les recuerda el poder de la oración y la sanación al admitir su necesidad de Dios y al confesar sus pecados unos a otros.

"La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos."

Escuche:

Estas canciones de adoración son algunas de las canciones que cantamos juntos los domingos. Puede hacer de estas canciones una oración. Tome un tiempo para escuchar, meditar en la letra y adorar a Dios a través de la música. Para escucharlas en spotify, dele clic aquí. Para escucharlas en YouTube, dele clic aquí.

Conéctese:

Le animamos a que utilice estas preguntas como medio de auto reflexión y para la conversación dentro de su comunidad.

  1. Al pensar en cómo se relaciona actualmente con Dios a través de la oración y la adoración, ¿cuáles son algunos de los obstáculos y desafíos en este momento?
  2. ¿Cómo cambiaría su visión de la oración y la adoración si las incorpora en su vida diaria en lugar de solo hacerlo cuando tiene un "tiempo de silencio" o está sentada en un servicio de adoración?
  3. Tanto la oración como la adoración realinean nuestros corazones con Dios. Son formas relacionales de conectarnos con Dios y nos recuerdan nuestra necesidad de Él y su supremacía sobre todas las cosas. ¿Cómo nos ayudan estas disciplinas a rechazar la autosuficiencia y la idolatría?
  4. Nos apresuramos a decirle a alguien que "vamos a orar por ella" y luego nos olvidamos de orar. Estamos llamados a llevar las cargas de los demás. Piense en el impacto que podría tener si cuando alguien le envía un mensaje de texto para pedirle que ore por ella, escribiera una oración rápida por ella en lugar de enviar emojis de manos orando. O al final de una llamada telefónica, pregunte: "¿Cómo puedo orar por usted hoy?" o "¿Puedo orar por usted ahora mismo?".

Muévase:

Las Escrituras nos advierten que no debemos ser sólo oidores de la Palabra, sino también hacedores de ella. Toda la vida es arrepentimiento. ¿Cuál es el siguiente paso creíble que Dios le llama a dar en respuesta a todo lo que ha aprendido?

  1. A medida que avanza en su día y algo le viene a la mente, tal vez es algo por lo que está agradecida o tal vez es algo que le está pesando, convierta esos pensamientos en una conversación con Dios donde exprese su gratitud o clamor de ayuda.
  2. Una de las luchas que tenemos cuando oramos es que nos distraemos pensando en otras cosas que aparecen en nuestra mente e interrumpen nuestras oraciones. En lugar de intentar forzarnos a NO distraernos con ellas, ¿qué pasaría si viéramos todos esos pensamientos que pasan por nuestra cabeza como señales de aquello por lo que realmente deberíamos estar orando? Esos pensamientos que nos distraen pueden ser las mismas cosas que necesitamos confiar a Dios a través de la oración.
  3. Los Salmos combinan maravillosamente la oración y la adoración. Nos dan las palabras para ayudarnos a navegar por todo el espectro de las emociones humanas, a la vez que nos ofrecen destellos de la fidelidad de Dios e indicios de cómo Él puede actuar. Lea y estudie varios Salmos este verano y permita que alimenten su fe.
  4. Hay momentos en los que no sabemos cómo o por qué orar. Tiempos de dificultad, tiempos emocionalmente pesados, tiempos de agotamiento, o tal vez incluso tiempos en los que tenemos pocas palabras. Dios lo sabe, y las oraciones pequeñas o cortas pueden captar nuestras necesidades mientras nos acercamos a nuestro Padre en dependencia. Respire profundamente y exhale una breve oración como: Él está conmigo, Él me sostiene, Quédese quieta mi alma, Te necesito Jesús, Tu gracia es suficiente.
  5. Estamos acostumbradas a hacer ejercicio con alguien o a tomar café con una amiga, o a compartir tiempo con personas. Sin embargo, de alguna manera, reunirse con otros para orar a veces se siente incómodo. Acérquese a una o dos amigas y pídales que oren con usted este verano. Inténtelo durante 30 días. Puede hacerlo en persona, por teléfono o por mensaje de texto. Haga un plan para orar por los demás y por nuestra iglesia.

Recursos Adicionales:

Una vida de oración por Paul E. Miller

Una vida de oración ha animado a miles de cristianos a llevar una vida de oración vibrante, llena de alegría y poder. Una vida de oración le invita a una vida de conexión con Dios. Cuando Jesús describe la intimidad que busca con nosotros, habla de unirse a nosotros para cenar (Apocalipsis 3:20). Este libro recuerda a los lectores que la oración es simplemente hacer de la conversación con Dios un ritmo de vida.

Enséñanos a Orar

Sumérjase en este recurso que incluye enseñanzas sobre el Padre Nuestro, sugerencias prácticas para cultivar el hábito de la oración e ideas para involucrar a su familia en la oración.

Diario de Gratitud y Lamento

Este recurso fue creado para ayudarnos a entender la conexión entre las oraciones de lamento y gratitud y cómo una hace espacio para la otra. Puede imprimir una copia, utilizar su propio diario o recoger una copia en su sede.

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